La ciudad de Cuenca enfrenta una situación crítica debido a la sequía que afecta a sus principales ríos. La disminución del caudal es especialmente evidente en el río Tomebamba, cuyo lecho se encuentra mayormente expuesto, permitiendo incluso caminar entre las piedras. Actualmente, el caudal del Tomebamba es de 1,1 metros cúbicos por segundo, nivel que ha llevado a su declaración como estiaje.

El río Tarqui también está experimentando una reducción en su caudal, que se encuentra en 1,5 metros cúbicos por segundo, mientras que el río Yanuncay mantiene un caudal de 1,4 metros cúbicos por segundo. Ambos ríos están bajo alerta amarilla debido a los bajos niveles de agua.

Por otro lado, el río Machángara presenta condiciones normales con un caudal de 3 metros cúbicos por segundo, en comparación con los otros ríos de la región. La situación resalta la necesidad urgente de medidas para enfrentar la sequía y mitigar sus impactos en la comunidad y el medio ambiente.

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