uenca enfrenta una crisis hídrica sin precedentes. El alcalde de la ciudad, Cristian Zamora, advirtió que la urbe atraviesa por una severa sequía hidrológica, lo que ha dejado a la región sin acceso adecuado al agua potable durante más de 50 días. Las imágenes recientes de los ríos que cruzan Cuenca muestran cauces prácticamente secos, o con niveles de agua muy por debajo de lo habitual, una situación alarmante que, según el alcalde, pone en riesgo el suministro regular de agua para la población.

Zamora recordó que Cuenca ya sufrió una sequía prolongada anteriormente, la más extensa en su historia, que superó los 110 días. Sin embargo, la actual situación es igualmente crítica y podría llevar a la implementación de racionamientos de agua si las condiciones no mejoran. La cantidad de agua que las plantas de tratamiento logran captar es insuficiente para cubrir la demanda de la población, lo que complica aún más la gestión de este recurso vital.

El alcalde también hizo un llamado a la ciudadanía para que tome conciencia de la gravedad del problema y reduzca el consumo de agua en la medida de lo posible. “Estamos en un momento decisivo”, señaló Zamora, quien subrayó la importancia de un uso racional del agua para evitar medidas más drásticas como el racionamiento.

La escasez de agua no solo afecta a los hogares, sino también a sectores productivos clave, lo que podría tener repercusiones económicas significativas si la situación persiste. Las autoridades locales trabajan en planes de contingencia, pero insisten en que la colaboración de los cuencanos es esencial para superar esta difícil etapa.

Este episodio de sequía pone de manifiesto la vulnerabilidad de Cuenca ante fenómenos climáticos extremos y la necesidad urgente de medidas sostenibles a largo plazo para garantizar la seguridad hídrica de la ciudad.